Si tenés tendencia a los vicios, no leas este post.

27/6/16

Si Vero te pide algo, lo hacés. Como sea, pero lo hacés.
Hace un tiempo me preguntó si tenía fotos subidas a IG o algún post de algo hecho con RustOleum, para sumar a un post programado que tenía planeado subir durante sus vacaciones (y todos queremos que Vero disfrute en su merecido descanso... y saque muchas fotos para que todos podamos viajar con ella). Pero lo loco es que aunque me la paso aerosoleando cosas, no tenía nada subido a las redes.
Sabía que además Vero le había pedido colaboración a otro montón de gente copada e hiper profesionales del aerosol que hacen cosas de lo más lindas... y yo tenía que aportar mi granito de arena (o mi capita de pintura?)
Así fue que decidí armar este post, aprovechando el impulso y de paso le daba un twist a mi cocina, algo que tenía pendiente hace millones de años (quizás un poco menos, pero juro que hace muchísimo).



 Los que andan por acá saben que no soy muy hábil con mis manitas (salvo para tipear, claro) y que los DIY no son mi fuerte. Pero quizás esa era mi ventaja en este caso, mostrar que cualquiera puede hacer maravillas con un aerosol amigo.

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