(perdón la foto... el combo celular + noche no ayudan al arte de la fotografía).
Ok, acá lo que importa no es la imagen, che. Sino la idea. Esta es la cosa más fácil del mundo mundial. Y no puede ser más práctico: hacer mini-tartas de a montones, apilar en el freezer e ir sacando para las viandas del colegio, un almuerzo liviano, o completar el menú si calculamos mal la cantidad de comida.