Cuando arranqué con este calendario, el Mundial no ocupaba nada de espacio en mi memoria RAM.
Julio era, para mí, un mes en que pasaban un montón de cosas y ninguna tenía que ver con el fútbol. Aunque vengo de infancia y adolescencia bastante futbolera, tener un marido al que el tema le interesa bastante poco, dos hijas mujeres y una agenda nutrida de ocupaciones no colabora en nada para seguir el fixture cada domingo. En casa las pasiones pasan por otro lado, casi todo el tiempo. Pero un Mundial es un Mundial! Y este Mundial, ni te digo...
Tengo la suerte de haber visto a Argentina Campeón no una sino dos veces (aunque esto signifique que claramente soy mayor de lo que creo). Pero tenía muchas muchas ganas de compartir tamaña alegría con mis pichonas. Celebrar, que vean lo que es todo un país gritando juntos, tirando para el mismo lado, llorando de alegría y emoción. Juntarnos con amigos, vestirnos y maquillarnos para la ocasión, cocinar cosas ricas porque esto es una fiesta (y por suerte los partidos coincidieron con almuerzos y meriendas!).
Esta Selección me gustó mucha más que las anteriores. Más íntegra, más generosa, más sencilla. Igual de talentosa, igual de valiente, poniendo todo hasta el final. Esa es la Argentina que me gusta. Es la que quiero para mis hijas. Es la que quiero para mí. Estoy orgullosa de haber visto a esta Selección, espero que todos hayamos aprendido algo. No ganamos pero triunfamos escuché hoy por ahí.
#VamosArgentina! hoy más que nunca.
No nos olvidemos de este último mes. De lo que disfrutamos con cada partido. De la piel de gallina coreando el Himno Nacional. De lo que nos divertimos con los #maschefacts. De la admiración por este equipo se fue construyendo de a poco para ser un gran equipo. De lo que sufrimos cada golpe a uno de los nuestros y del orgullo de verlos levantarse a seguir intentando el gol hasta el último minuto. No nos olvidemos de la capacidad de soñar que se puede. Gracias chicos, disfruté un montón.
Me hubiera gustado que la foto de este mes sea otra. Me hubiera gustado hoy despertarme afónica y acalambrada de gritar y saltar. Pero no, las cosas no siempre son como las soñamos. A veces hay que laburar más. A veces hay que aceptar que el otro es mejor o tuvo más suerte. A veces hay que esperar una nueva oportunidad. Y siempre siempre siempre hay que disfrutar de los logros que alcanzamos.